Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2010

A o B

¿Intenso o sosegado? ¿Fácil o difícil? ¿Dulce o salado? ¿Tarde o temprano? ¿Cerca o lejos? ¿Lluvioso o soleado? ¿Dolor o indiferencia? ¿Decepción o confianza? Llegará un momento en que tenga que dar respuesta a muchas preguntas. Llegará el momento de las decisiones, de tomar uno u otro camino... Llegará el momento, pero no es ahora. Aunque mi mente se empeñe en seguir dándole vueltas...

Miedos

Es curioso el miedo. Una de mis compañeras sufre ataques de pánico irracional cuando ve una araña. Otra, sale corriendo y hace aspavientos cuando es una avispa la que se acerca. Esa reacción es un poquito más racional: la chica es alérgica. Después están los que tienen miedo a la oscuridad, a los perros, a la sensación de fracaso, a que les pillen haciendo trampa... Hubo una época en la que, si me preguntabas a mí, mi respuesta era concisa: la soledad. El problema es que podía estar sola aunque me rodeasen miles de personas. Ahora vuelvo a sentirme sola... Pero quizás por repetición, quizás por resignación, quizás porque el tiempo me va enseñando a no tener miedo a nada... quizás haya adoptado la soledad como medio de vida. ¿Y ahora, Any? ¿Cuál es tu mayor miedo ahora? Quizás, y sólo quizás, tema morirme por dentro...

Soñando

Lo peor que me han dicho hoy ha sido: "Arriba, chicas, que son menos veinte". Y todos mis sueños se esfumaron de golpe. Intentar dormir una hora más con las luces encendidas y el sonido del lápiz o de los repasadores al arañar el papel conservando el mundo onírico que te rodea es extremadamente difícil. ¿Qué soñaba? Una tribu con una reina lesbiana y poco menos que canibal, un viaje en el tiempo de elementos del futuro (un robot amatillo un tanto inquieto), alguien más conmigo a quien no he llegado a reconocer... Las mismas paranoias de siempre, las mismas tonterías fantástico-ciencioficticias en las que me quedaría sin dudarlo para siempre. Como cuando Buffy tiene que escoger entre la vida de siempre que odia y la que podría haber sido sin todos los elementos que la llevaron a donde estaba. Por suerte o por desgracia yo me veo obligada a retornar a mi realidad diaria, no carente de emoción, de surrealismo, de fantasía o ciencia ficción... Pero tan... Desmotivada en ocasiones

Seguir viviendo

A veces las rutinas que montas a tu alrededor son tan extrañas que ni siquiera las reconoces como tal. Sí, te despiertas todos los días a la misma hora, vas a los mismos sitios, estás con la misma gente... Pero siempre hay algo distinto que borra la palabra "rutina" de tu diccionario diario. Entonces simplemente continúas viviendo lo que te toca cada día, con sorpresas, con novedades, con el ánimo y el cuerpo sostenidos por un sentimiento y un complemento vitamínico respectivamente. Tú estás "ahí" (que no "aquí"). Y a veces no te imaginas lo importante que puede llegar a ser...

Adiós.

En breves vuelvo a dejar mi tierra. ¿Mi hogar? No lo sé... Hay mucho a qué decirle Adiós... Y el tiempo pasa tan rápido y tan despacio... Y a veces me encuentro muy, pero que muy perdida... Y me voy quedando sin palabras... Así que adiós.

Santiago

Este lugar es impresionante. Llueve. Siempre llueve... El aire sabe a humedad, es tan fácil respirarlo... Lo añoraba. Y seguiré añorándolo en breve... Me he empapado de regreso a casa esta mañana... Y mientras llegaba al barrio uno de mis vecinos que me había visto acercarme me habló: - ¡Vaste mollar! - ¡Dame a mín que sí! Las gotas de agua me resbalaban por la frente, por las mejillas, por el cuero cabelludo, colgaban juguetonas por los mechones dispares de mi pelo... Y en mis labios se dibujaba una sonrisa. ¡Cuánto tiempo sin lavarme el alma!

Sensible

Debo estar un poco echa polvo. Demasiadas cosas juntas. Dolor físico, cierta inquietud emocional, saturación informativa... Sí, demasiadas cosas juntas. Pero siempre he dicho que "demasiado" no tiene por qué significar necesariamente algo malo. Estoy tan cansada que me parece que podría dormir durante semanas seguidas. Por desgracia no dispongo de tanto tiempo. La breve visita a casa se acabará enseguida y tendré que volver a la jaula de las fieras a enfrentarme con los domadores (amén del resto de animales). Estoy tan cansada, me duele todo tanto, tengo tan pocas ganas de nada... Y lo que queda todavía...

Imagina...

Imagina que quieres a alguien. Quizás apenas recuerdes cómo ha sucedido. Pero eso no es lo importante. El caso es que no puedes dejar de pensar en esa persona, la recuerdas a cada momento, desearías tenerla a tu lado... No hay nada que te haga más feliz que su sonrisa. Vaya, has caído... Te tiene totalmente a su merced. Imagina que esa persona que se cuela en tus sueños, sean dormida o despierta, no es como tú. Concibe el amor, las relaciones, la vida... de un modo totalmente distinto al tuyo. Incluso contrario... Que no importa lo que hagas, porque su felicidad nunca dependerá de ti. Imagina que deseas esa responsabilidad, que deseas dedicar tu vida a conseguir dibujar en su rostro una sonrisa perenne que sobreviva a los crudos inviernos que ahora os amenazan a las dos. Imagina que sabes que jamás lo conseguirás... No es difícil de imaginar...