Santiago

Este lugar es impresionante. Llueve. Siempre llueve... El aire sabe a humedad, es tan fácil respirarlo... Lo añoraba. Y seguiré añorándolo en breve...

Me he empapado de regreso a casa esta mañana... Y mientras llegaba al barrio uno de mis vecinos que me había visto acercarme me habló:

- ¡Vaste mollar!

- ¡Dame a mín que sí!

Las gotas de agua me resbalaban por la frente, por las mejillas, por el cuero cabelludo, colgaban juguetonas por los mechones dispares de mi pelo... Y en mis labios se dibujaba una sonrisa. ¡Cuánto tiempo sin lavarme el alma!

Comentarios

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Maria Jose
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