Intervalos
Viviendo a intervalos de veinte minutos. Soñando a intervalos, a veces de menos tiempo. Tragando realidades que se acentúan con los sueños, que me recuerdan dónde estoy, dónde estaré. Adecuando cuerpo y mente al olvido ritual de todo lo que habita el exterior para cortar el caudal y que el agua contaminada no llegue al cauce del río. Soñando que sueño, soñando que vivo, viviendo que sueño. Con el hueso de la falange atragantado en la garganta impidiendo respirar. Y sin remedio, sin causas, sin sentido, sin posibilidad de hacerlo mejor. Con la rabia de que todo lo que puedes no es lo que debería. Con la rabia de que te quedas corta en el ascenso a la libertar. Con rabia. Con el nudo en la garganta. Con un río siempre a punto de desbordarse. Y adelante. A intervalos de tiempo fugaz que lo hacen soportable. Sabiendo que los sueños a veces no son buenos, ni alcanzables, ni tranquilos...