Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2008
¿Hay alguna sensación peor que estar deprimida? Sí, la hay. ¿Hay alguna sensación peor que estar cabreada? Sí, la hay. ¿Hay alguna sensación peor que estar hambrienta? Sí, la hay. ¿Y cuál es esa sensación? Mierda... Esta. Tener las tres cosas. Estoy cabreada, estoy deprimida y estoy hambrienta. ¬¬ Tengo ganas de que lleguen las tres de la tarde para largarme de aquí y ponerme Bad Girls o South of Nowhere mientras como algo rico que me prepare... Simplemente tirarme en el sofá y vegetar hasta la hora de irme. Claro que no puedo, tengo una lavadora de ropa que poner, una habitación que recoger, un baño que limpiar (o dos), un salón que recoger, una cocina que sanear, una novela que terminar... Probablemente me tomaré mi tiempo y haga lo de siempre, la mitad de cosas que debería y que me propongo. Pero bueno, la mitad es mejor que nada... ¿No? Me quiero ir a casa... :S P.D: Xoan, dormir con normalidad es para mí echarse unas 6 horas... Igualito que para los estudios psicológicos del sueño

Sin batería

¿Se me están agotando las pilas? Estoy durmiendo más de lo normal. A la una de la mañana empiezo a tener un sueño terrible que hace que se me caigan los párpados. Cualquier esfuerzo físico es bastante más considerable. No consigo levantarme en cuanto suena el despertador ni un solo día. Mantener los ojos abiertos las primeras horas resulta agotador… Me estoy quedando sin batería. Y mierda… He perdido el cargador. Dormir no me ayuda. Cuando llega la hora de la comida el hambre atroz desaparece y acabo comiendo la mitad de lo que debiera. Y mi ánimo también se va quedando sin pilas. Optimismo sí, pero ¡ay, ya, coño! estoy cansada… Hasta me cuesta pensar… Y después de ser una rallada mental, que te cueste pensar es… impensable (valga la redundancia – o como decía una amiga mía, valga la rebuznancia). Porque algo tonta sí me siento. ¿Por qué? A saber… Si supiese por qué pienso y siento lo que siento y pienso, haría lo posible por cambiarlo y convertirlo siempre en algo más positivo. Bueno…

It Can't Rain All The Time - Jane Siberry

http://www.youtube.com/watch?v=5Q2xkvVmABg No, no puede llover eternamente. ¿Cuándo saldrá el sol? Hoy, mañana, pasado... En una semana quizás. O tal vez tenga que esperar otros tres años. De los 20 a los 23 no ha dejado de llover. Probablemente lo seguirá haciendo una buena temporada. No para así como así. De todas formas, hay lluvias y lluvias... A veces parece que la riada te arrastrará y que te ahogarás. Ahora no hay ninguna riada. Sólo esa lluvia que llaman Calabobos... No deja de caer, aunque es tan fina que apenas si nos damos cuenta. Pero cuando queremos reaccionar, ya estamos empapados sin remedio. Y soy de las que siempre se dejan el paraguas en casa, porque realmente me gusta que la lluvia me moje. Soy una enamorada de las tragedias. Y si las vivo, es más fácil escribirlas. No me doy pena ninguna, tengo exactamente lo que me merezco, lo que busco, lo que quiero. Y salvo pequeños bajones... Soy una persona feliz en su mundo imperfecto y su cruel realidad. Masoca, qué le quier
Quizás Santiago me entristece. O quizás sólo es la sensación de pérdida que siento siempre que vuelvo. Ya no hay nada mío aquí... O sí... No lo sé. Quizás es que recuerdo cada olor, asociándolo a una sensación... Y hay ciertos olores que me van a volver loca... Quizás es que quiero... o quizás no quiero... Y sencillamente alguien entre todo el mundo entiende mis palabras... El resto piensan que he vuelto a abstraerme y a loquear. Mis manos huelen a humo de tabaco. No, no he fumado. Realmente quiero dejarlo... Y salvo la caída de la semana pasada, lo estoy consiguiendo. Pero hay otro olor... Bajo el humo hay otro olor. Uno que no es desagradable. Para llegar a él tengo que aspirar profundamente... Tengo que concentrarme en una mirada, en una sonrisa, en una voz... Y el tabaco se desvanece... Sólo quedas tú... Tu aroma, pegado a mi piel como a mí me gustaría estar pegada a la tuya. Ahora ya no puedo renegar de lo dicho, ni puedo ocultarme tras la excusa de que no llegarás a leer esto...

Menudo fin de semana

Cuando nos dieron la tarde del jueves libre, pensé en ir a comprar unas gafas, en dar una vuelta, quedar con alguien. Pero tenía el día vago y acabé quedándome en casa. "¿Qué te apuestas que será así todo el fin de semana?" Bueno... Algo me equivoqué. Esa misma noche de jueves me fui a ver el concierto del Rock in Cambre, con Deluxe como cabeza de cartel. (Que sí que lo era, o al menos su nombre era el que estaba escrito más destacado en los carteles :P). Un gran concierto, pero supuso continuar con la tónica de dormir pocas horas. Viernes madrugón. Pensé en dormir después de llevar a mi amiga, pero no podía... Así que me tiré ante el ordenador a no hacer nada... Vuelta a pensar que menuda mierda de fin de semana me esperaba. Pero entonces surgió el milagro: surgió un plan. Tarde de surf, noche de cine. Yeah! Cociné, recogí a medias la casa, se vino la amiga de por la mañana, recogimos a la profe de surf y a las playas de la zona de Barrañán. Sin embargo no esperábamos tener

Adiós, recuerdos adiós...

Estaba sentada, con el móvil delante, intentando hacer algo de limpieza entre los cientos de mensajes que tenía. Y de pronto, cuando iba a borrar uno, la opción “Borrar todos los mensajes” pareció tremendamente atractiva. Sin saber exactamente cuándo lo decidí, apreté esa opción. Adiós, recuerdos, adiós. Llegué al ordenador y pensé en lo que acababa de hacer. Y en lo ligera que me sentía. No lamentaba ninguna pérdida. A fin de cuentas, las palabras son palabras y se las lleva el viento (o Any cuando hace limpieza de mensajes xD). Imbuida por esa fuerza que me recorría el cuerpo, abrí mi correo electrónico y elegí tres carpetas de mails archivados. Tres carpetas con nombre de mujer… Adiós, recuerdos, adiós. Pero cuando me di cuenta, el filtro de la papelera los había retenido. Así que cometí el error de abrir uno al azar y leerlo. A veces creo que mi mente selecciona cosas que recordar, y siempre se queda con lo que debe, nunca con lo que querría… Así que tomé la decisión de n
Es curioso cómo puedes caer del cielo al infierno en tan sólo un instante. Es curioso cómo puedes levantar el vuelo de nuevo. Este fin de semana ha sido agotador en todos y cada uno de los sentidos. Y sin embargo no ha sido el típico fin de semana de borrachera en el bar de siempre (gracias por el consejo de que cambie de bar [:D] quizás le haga caso…). He pasado una velada encantadora con gente a la que hacía tiempo que no veía fuera del trabajo, he visto reunidos a casi todos mis mejores amigos, me he encontrado con viejas amistades… Hubo más, pero últimamente me está gustando bastante eso de ser discreta y guardarme ciertas cosas para mí. (O no, porque a fin de cuentas soy una bocazas, pero no pienso incluir en un diario datos demasiado precisos sobre cosas que no sólo tienen que ver conmigo; a fin de cuentas la exhibicionista soy sólo yo). Me siento de nuevo animada. Tengo ganas de hacer un millón de cosas, aunque no tenga tiempo ni para la mitad y los pocos min

Lo que no puede ser no puede ser...

Ay, qué triste es darse cuenta de algunas cosas. Pero qué necesario también. La vuelta al trabajo ha sido más positiva de lo que pensaba. Vuelvo a plantearme muchas preguntas sobre lo que será de mi vida en adelante, por la dirección importante. Me he cansado de la vida que llevaba. Me he cansado de ir siempre al mismo bar, de acabar siempre borracha, de ver siempre a la misma gente. Me he cansado del tabaco, del alcohol, de perder el tiempo en internet… Así que retomo de nuevo proyectos abandonados. Sé que lo digo muy a menudo… Cada vez que toco el suelo por algún motivo trato de recoger todo lo que he dejado sin terminar. Es lo que me mantiene despierta y atenta a mí misma. Porque esos proyectos sin terminar, son parte de mí, mi historia, mi vida, mi alma… Por eso los recojo con mimo en ocasiones y en otros momentos los destrozo a patadas. Y todo por algo que no puede ser. Y de ahí el título: “Lo que no puede ser, no puede ser… y además es imposible”. Es una de mi