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❤️ es pasión. Es dulzura. Es una palabra susurrada al oído en italiano, en un atardecer de domingo. Cuando ríe, es imposible no mirarla. Cuando llora, darías el mundo, la luna, el sol, por poder pelear sus batallas. Pero es fiera. Guarda su katana en el armario y sabe bien cómo defenderse. Es una modelo de revista saliendo de la terminal de un aeropuerto pequeño. Es luz. Es vida. Es la tinta negra de un tatuaje a todo color.
💛 es la risa fresca de un otoño junto al mar. Es la tierra rojiza de unas antiguas minas que todos creen que ya no tienen más para dar, pero que todo el mundo quiere visitar. Es un río fluyendo por debajo de la tierra, que no puede verse pero canaliza toda la energía que la vida necesita para abrirse camino. Es luna en cuarto creciente, la alegría que se contagia, la paz y la calma de un abrazo que no esperas pero que llega para salvarte. Es carcajadas. Es calma. Es un paquete de correos esperando a una videollamada.
💜 es un abrazo infinito lleno de corrientes de energía. Es una almohada. Es una cerveza de cereza comprada en el aeropuerto. Tabletas de chocolate belga y bombones guardados en la nevera que van desapareciendo. Es un buenos días y un buenas noches entre brazos amables y cariñosos. Son las risas motivadas pero sin motivo, ya sea por chocolate 100%, E.T. en la habitación, cervezas infinitas o incluso chupitos de tequila de sal al cuello. Es conexión. Es entendimiento sin barreras pese al idioma. Es fluir, querer y aceptar. Es buen rollo a expuertas como nunca antes se había sentido. Es Po y Pooh.
🖤es un color. No, no, no... Es todos los colores. No, mentira. No es ninguno. Porque el negro es la ausencia de color. Quizás necesita a los otros para vivir de una manera que no había llegado a entender hasta ahora. Es el fondo para cualquier corazón, de cualquier color, de cualquier alma que necesite un apoyo para volar. Porque 🖤 tiene alas, aunque pocas veces las utilice. Las lleva en la espalda, justo sobre la inmortalidad de su alma. Está dispuesta a ofrecerlas, a entregarlas, aunque a veces se rompan. Sabe que tarde o temprano se curan. Sabe que tarde o temprano volará de nuevo. Pero sobre todo... Es PIZZA CON PIÑA.
Y fue así que, sin previo aviso, ❤️💛💜🖤 se encontraron en el espacio vacío interdimensional de una vida, un mundo, un universo, tan inmensos que lo fácil habría sido perderse primero. Fue la música, o quizás las cartas, o el idioma, los shippeos, o tal vez la necesidad de completarse de cuatro almas perdidas, con sus historias a cuestas, necesitadas de alguien que las contase. Y aquí estamos. Porque hay historias que merecen ser relatadas. Pero hay otras, que es mejor que sólo conozcan quienes las viven. ¿De qué tipo será esta? El tiempo, la vida, el espacio y los sentimientos lo dirán. Por lo pronto, la necesidad de un abrazo seguirá llenando estos corazones cada mañana, cada noche, cada cojín, almohadón o botella que decidan abrazar.
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