Buscando pruebas
Las evidencias no son suficiente. ¿Qué hago aquí? ¿Me quiero quedar? ¿A dónde iré sino? ¿Qué demonios hago con mi vida? Necesito pruebas concluyentes que presentar al juicio de mi alma y mi corazón, que me incitan a continuar con algo que no sé si creer desde el inicio como una farsa. Estoy asustada, esa es la verdad. Estoy más acojonada de lo que lo he estado nunca. Porque haga lo que haga, parece que nunca funciona. Mi cuerpo no consigue regenerar las heridas que me voy infligiendo, arrastro una serie de calamidades a mi paso que me convierten en un absoluto desastre que ni respirar puede.
Tengo un pequeño problema conmigo misma. No acepto mi autoridad. La de los demás (las demás, para ser honesta) sí, pero no la mía. Así que me proponga lo que me proponga, si no se lo prometo a alguien más, acabaré fallando. El problema es cuando lo prometo y veo que camino a tumbos y que parece que de nuevo me estrellaré contra la alfombra de la puerta de entrada. Morir sin haber nacido. Acabar sin empezar. En resumen, lo que llevo haciendo los últimos años de mi vida continuamente: fracasar.
Hay algo físico, psíquico, sentimental, metafísico... todavía no lo sé, que me frena, me hace dudar, me destapa y me desnuda ante las tormentas de mi vida. Nunca sé cómo enfrentarme a las cosas. Nunca sé cómo descubrir quién soy. Cuando parece que lo tengo en la mano, se escapa volando para que no vuelva a verlo más (hasta la próxima vez).
Al igual que he dejado de buscar a "alguien" para que me acompañe en mi vida (bueno, cuando buscaba en realidad tenía la idea de convertirla en mi vida...), me esfuerzo más cada día para encontrar una respuesta a mí misma. Quiero una definición de mi propio ser que me ayude a descubrir quién soy y porqué.
A veces me pregunto qué opinión tendrá mi perro sobre la vida. Le llamo, me mira y se lo pregunto. Él suspira, pasa de mí y se centra de nuevo en su pelotita verde. Entonces, y sólo entonces, es cuando deseo ser mucho más perra de lo que ya soy. ¿Dónde estará mi pelotita?
Tengo un pequeño problema conmigo misma. No acepto mi autoridad. La de los demás (las demás, para ser honesta) sí, pero no la mía. Así que me proponga lo que me proponga, si no se lo prometo a alguien más, acabaré fallando. El problema es cuando lo prometo y veo que camino a tumbos y que parece que de nuevo me estrellaré contra la alfombra de la puerta de entrada. Morir sin haber nacido. Acabar sin empezar. En resumen, lo que llevo haciendo los últimos años de mi vida continuamente: fracasar.
Hay algo físico, psíquico, sentimental, metafísico... todavía no lo sé, que me frena, me hace dudar, me destapa y me desnuda ante las tormentas de mi vida. Nunca sé cómo enfrentarme a las cosas. Nunca sé cómo descubrir quién soy. Cuando parece que lo tengo en la mano, se escapa volando para que no vuelva a verlo más (hasta la próxima vez).
Al igual que he dejado de buscar a "alguien" para que me acompañe en mi vida (bueno, cuando buscaba en realidad tenía la idea de convertirla en mi vida...), me esfuerzo más cada día para encontrar una respuesta a mí misma. Quiero una definición de mi propio ser que me ayude a descubrir quién soy y porqué.
A veces me pregunto qué opinión tendrá mi perro sobre la vida. Le llamo, me mira y se lo pregunto. Él suspira, pasa de mí y se centra de nuevo en su pelotita verde. Entonces, y sólo entonces, es cuando deseo ser mucho más perra de lo que ya soy. ¿Dónde estará mi pelotita?
Comentarios
Como si el invierno nos hubiese arrasado el buen royo...
Pero, déjame que te diga algo..: - Estoy convencida de que vales mucho, muchísimo... Pero por "H" por "B", no te das cuenta...
Un abrazo!
Al menos, quizá podamos consolarnos unos a otros ¿eso si sería algo que nos diferencia del resto de animales?
Un saludo y ánimo!
Un besazo enorme!
pero claro que seguire mejorando y tomare tus consejos. muchas gracias