Idilios (o de permitir que tus dedos escriban solos)

Cierro los ojos e imagino tu sonrisa.

Adelanto una mano para acariciar ese rostro tan desconocido y tan presente en mis sueños.

Pero cuando vuelvo a abrir los ojos, las luces intermitentes me golpean la retina y en mi mano hay un vaso con alguna bebida sin alcohol. Hace tiempo que decidí pasarme a lo sano...

***

Suena mi teléfono. Sonrío antes de verlo. Sé que eres tú.

Me dejo caer en la cama, con el bicho al lado. Suena un tono, dos, y al fin aparece tu voz. Mientras acaricio el lomo de la bola de pelo sin pelo que refunfuña, resopla y se da la vuelta para que acaricie su barriga, voy recogiendo tus palabras como si con ellas pudiese calmar algún tipo de necesidad. Y puedo... Puedo saciar mi sed de ti... Por ahora con tu voz al otro lado de la línea es suficiente.

***

Ayer me pasé toda la noche analizando movimientos de cierta gente. He descubierto mucho. Alguna gente tiene la manía de arrugar la nariz cuando algo le interesa o le llama la atención... Otra gente es capaz de reconocer una canción con el primer acorde y seguir haciendo lo que hacía variando el ritmo y adaptándose al nuevo. La gran mayoría bebe... Sin saber en qué punto deberían detenerse. O sabiéndolo y olvidándolo. Yo lo olvidé.

***

El mejor momento de la noche...

Salir del bar, por fin, con la cabeza dando vueltas y ganas de cerrar los ojos y dormir, sólo dormir...

Y entonces sentir la lluvia en el rostro. Apoyar la espalda contra la pared, levantar la vista al cielo y ver cómo todas las pequeñas gotas se deslizan patinando por el aire de la noche hacia tu rostro, golpeándolo con delicadeza y despertándote de nuevo. Y cerrar los ojos y sentir esos golpes con mayor intensidad. Dejar que la humedad se cuele por el cuello del abrigo y resbale hasta llegar al pecho, avivando, despertando, excitando... Y sonreir.

- ¿Nos vamos a casa?

Abrir los ojos, mirar la piedra mojada, el agua circulando por el centro de la calle, el reflejo de las farolas...

- ¿Qué hay abierto a estas horas?



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bueno una ves mas por aqui,me gusta mucho el toque que la lluvia da al relato, sera porque la lluvia me encanta y me veo obligado hablar de ella.

creo que me estoy viciando a leer todo lo que escribes y aun me queda mucho por leer con las entradas anteriores jeje :)

un abrazo.
wildwildreally ha dicho que…
es bonito oír una voz al otro lado e ir poniéndole rostro, detalles al hablar, sonrisas...

besos!!
Nono ha dicho que…
No te diré otra vez lo mucho que me gusta cómo escribes... bueno, ya lo he hecho no? :p
Disfruta de todo lo que sientes, analiza todo lo que quieras, y "mójate" todo lo que puedas.
A todo esto, Mónica... claro :)
Besicossss niña.
Anubis ha dicho que…
Mis dedos escribieron solos, pero nada que ver con lo que han escrito los tuyos ;)... Besos
Tanais ha dicho que…
arrugar la nariz? uy que feo tiene q quedar eso, a mí cd algo me interesa "achino" los ojos jajajajajajajajajajaja

Siempre hablar de la lluvia...yo he estado todo el puente queriendo q parase...grrrrrrr
Sílvia ha dicho que…
perfecto

:)*
Morena ha dicho que…
Cierro los ojos y te imagino.


:) Besitos.
Arrítmica ha dicho que…
La lluvia.. las gotas, (me has hecho recordar)
Anubis, cada cual tiene su estilo, el tuyo es precioso.

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