En medio
Blanco o negro, cara o cruz, noche o día... Cada página del calendario que voy arrancando, me acerca más y más a la gris divagación de un canto de moneda girando como una peonza a la luz de un ocaso caduco y marchito. ¿Cómo ver el mundo desde dos prismas tan diferentes a la vez? Mis principios se tambalean como un borracho a la puerta del único bar donde se han negado a servirle. Aguantan aferrados a unas ideas y unos sentimientos de acero forjado con los martillazos de años de auto crítica constructiva. Pero están fabricados para una época de honor, de buenas intenciones, de solidaridad y entendimiento que ni existe ni ha existido nunca. Vivimos una historia de cambios, de convulsión y desconcierto que tiene tantos precedentes que todos olvidan que no es única. Dentro de esta vorágine de sentimientos, vidas e historias propias y ajenas, padezco al fuego de una luz más oscura que viva un choque frontal con la realidad de los deseos de una justicia ciega que levanta el borde del pañ...