Lejos

A tantos kilómetros mi corazón debe bombear con más fuerza para que tú le escuches. Si te quedas en silencio es probable que llegues a oírlo. Es un latido sordo que se corresponde, o más bien responde, al que tú misma llevas en el pecho. Lo que siento por ti es más grande de lo que haya sentido en mi vida hasta ahora. Es como un maremoto de amor puro que me impide pensar en otra cosa que no seas tú. Has colonizado y terraformado mi mente y has recompuesto mi corazón, lo has fundido y has vuelto a forjarlo. Ahora está entero, nuevo, reluciente. Sólo puede distinguirse en él una marca: tu sello personal. Porque sí, ahora mismo mi corazón te pertenece por entero, y no se me ocurre ningún motivo por el que pudiera volver a romperse, no mientras seas TÚ su dueña. Eres una pequeña maravilla lunar que ha dejado entreabierta la puerta a este gatito negro y curioso que se ha enamorado como si fuese la primera vez. Y te echo tanto de menos que más de 5 centímetros ahora mismo es un universo insondable de distancia... Los más de 600 kilómetros se me caen encima como una losa... Te extraño, mi cielo, te extraño muchísimo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Afónica y apaleada

Jogo Duplo (Susana e Catia)

#RetoInspiración día 5 de Jimena Fer