Agujero negro

Estoy como en el limbo. Admito que me está costando asimilar que no estás aquí... Puede que debiera pensar que eso me permite hacer lo que me apetezca, que me permite ir a mi ritmo, administrar mi tiempo sin contar con nada que no sea yo misma. Coger el metro, quedar en el centro, ver a la gente sin restricciones... Es cierto, sí. Pero no tengo ganas aunque me obligue a hacerlo. Me acurrucaría en el sofá hasta que decidieras regresar a mi lado. Me siento vacía sin ti...

Tengo sueño, la casa está hecha un asco... Pero no consigo siquiera ponerme las pilas para pasar una escoba o fregar los platos. Me digo: "mañana... Mañana lo conseguiré". Pero a cada segundo que pasa me siento más rodeada por tu ausencia. Me embarga un vacío atronador que no puede llenarse sin ladridos ni caricias, sin besos y miradas cómplices, sin discusiones idiotas y sonrisas de deseo... No puedo llenarme sin ti. Ya no... Me faltas, mi pequeña maravilla lunar. Me faltas tanto que me cuesta un mundo hasta pensar...


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