Estatua de sal

Lo sé... Continuamente miro atrás... Miro atrás y me lamento por un pasado que probablemente nunca había sido mejor... Pero la idea de que así es me reconcome a veces, cuando pensar no cuesta, cuando la mente vuela sin control... Para ser más clara: en estado pre, pos réglico y en todo el campo que abarcan, es decir, tres semanas al mes... El caso es que comienzo a escuchar las trompetas de los ángeles del señor (no, no, no literalmente, que a alguno le dará un ataque), es el momento en que arden Sodoma y Gomorra y si vuelvo la cabeza acabaré convertida en una estatua de sal. Porque ahora la única opción posible está delante, porque nada del pasado me va a ayudar a pasar por esta situación. Quizás es tarde para darse cuenta de que cada experiencia en la vida es única, aunque a veces situaciones pasadas te ayuden a dilucidar cuál sería el camino a seguir.

Ahora mismo sólo puedo seguir caminando, ver por qué caminos van mis pies, tirar los dados en cada cruce de carreteras y tomar las decisiones que me parezcan más adecuadas preguntando no sólo a mi razón, sino también a mi corazón. Ambos tienen mucho que decir en cada paso, en cada encrucijada, en cada momento.

Me siento un poco atrapada a veces. Me siento como si esperase una vida que nunca llego a alcanzar, sin darme cuenta de que la vida que espero es esta que estoy viviendo. No puedo perder más tiempo en sentarme a aguardar a que se acabe la oposición, a que termine la formación, a que se agoten las prácticas, a establecerme en algún lugar, a que el mundo se pare para poder bajarme... Siempre será así... Siempre estará en movimiento... Es como un barco... Puedo seguir mareándome, esperando a que se pase, deseando que todo termine para poder comenzar a caminar sin dar bandazos... O puedo acostumbrarme, reprimir las nauseas, seguir con mi vida y aprovechar el zigzag para encontrar ese centro de equilibrio que tanta falta me hace y que claman los tatuajes de mis antebrazos.

Vivir... Sólo vivir... Recordar que eso es lo único que debe moverme. Cuando esté preparada, las cosas llegarán, siempre lo han hecho... Una carrera, un viaje, un trabajo, una pareja, una familia... En su momento, sin plazos, sin tonterías... Las cosas llegarán... Quizás no sean como a mí me habría gustado, quizás no sea con quién yo hubiese querido... Quizás todavía tengo mucho que perder y mucho que encontrar (para empezar a mí misma... Perderse para encontrarse, ¿no?). No lo sé... Caminar, sólo eso... Un paso tras otro...

Sin que sirva de precedente, lo diré... Te echo de menos esta noche...

Comentarios

Juan ha dicho que…
Lo importante es avanzar y no quedarte por el camino lamentandote. Este es el planteamiento bueno y el camino a seguir. Un besazo.
amora ha dicho que…
Y ahora ponemos: "Fdo.: Amora" ¡y ya!
Me siento tan identificada con este texto y, sobretodo, con tu momento... uf!

¡Paciencia! Yo he decidido lo mismo: caminar hacia adelante, un pasito tras otro, y disfrutar del paseo...

¿Lo conseguiremos? Yo creo que sí...
Kourt ha dicho que…
paso a paso...
esa es la mejor forma de avanzar...

porque así, en un momento inesperado, tropiezas con ese dia que antes se sentia tan lejano, llegas a ese punto al que no te creias capaz de llegar, y todo el camino, hbrá valido la pena...
Astry ha dicho que…
Lo que realmente cuenta es ser capaz de avanzar y como se dice "ser capaz de levantarse cuando uno se cae" aunque es normal tener bajones en lo que dejamos correr la mente y eso produce mil estragos y sobre todo es normal en momentos asi hechar de menos a quien quieres.
Pero animo por que de todo se da levantao una.
Yo desde aqui, Galicia, te mando fuerzas y abrazos.

Entradas populares de este blog

Afónica y apaleada

Jogo Duplo (Susana e Catia)

#RetoInspiración día 5 de Jimena Fer