Ave fénix
Sólo me queda la opción de resurgir de mis cenizas. No rendirme, no caer, no levantarme, no intentar... Arder. Arder hasta que no queden de mí más que unos huesos carbonizados. Una vez te encuentras así, una vez se ha quemado el corazón, el alma, la sangre, la piel... Entonces tienes dos opciones. Puedes quedarte así, en el suelo, destrozada por la falta de todo lo que ha ardido. Y se acabó. Te quedas sin nada, con un alma rota que puede tardar siglos en cicatrizar permitiéndote el movimiento. La otra opción es convertirse en un ave fénix, permitir que también los huesos ardan y que la nube de cenizas revolotee, dé giros imposibles, se enrosque sobre sí misma y de los roces, choques, caricias entre partículas, nacerás de nuevo, con más fuerza, con ganas, con motivaciones que antes no encontrabas. Naces de nuevo, quizás no por última vez... Sin embargo, es un proceso peligroso. Pierdes mucho por el camino, puedes incluso perderte a ti misma, todo lo que te hace ser tú.
¿Puedo correr ese riesgo? ¿Me queda otro remedio?
Sin que sirva de precedente y hasta que el fénix vuelva a batir sus alas, esto dejará de ser un diario y si escribo, no será más que ficción. Que lo tenga en cuenta la poca gente que sabe quien soy.
¿Puedo correr ese riesgo? ¿Me queda otro remedio?
Sin que sirva de precedente y hasta que el fénix vuelva a batir sus alas, esto dejará de ser un diario y si escribo, no será más que ficción. Que lo tenga en cuenta la poca gente que sabe quien soy.
Comentarios
Ahora, después de un año, vuelvo con mucha fuerza, Quizás aun no sepas quien soy (jeje), pero me hacia llamar Tibalt, ahora vengo mi nombre real y un nuevo blog
http://estado-alternativo.blogspot.com/ al cual estás invitado.
Antes de todo, pido disculpas por desaparecer como lo hice, pero hay veces que las circunstancias de la vida te hacen perder el camino correcto, y encontrarlo de nuevo resulta difícil de asimilar.
Un Fuerte Abrazo, Aridane.