Tengo 10 minutos, pero espero poder terminar. Diooooos, vida a 200km/hora siempre... xD
Nos quedamos en un salto a una rama a unos cuantos metros de distancia. Pues bien. Salté. Agarré la rama con una mano y pude sentir cómo resbalaban mis dedos sobre la rugosa corteza antes de caer al vacío. Bueno, no al vacío, a 5 metros estaba el suelo esperándome. Todavía no sé cómo lo conseguí, pero estiré un brazo y me agarré con fuerza. El tirón de la inercia casi me arranca el brazo de su sitio y el dolor me hizo soltarme. Así que caí de nuevo, esta vez sin posibilidad de redendión, pero a sólo 2 metros del suelo. Todo mi cuerpo golpeó el suelo acolchado de hojas y ramas. Sí, caí en plancha.
Mis amigos se acercaron sin poder pronunciar ni una palabra. Para ellos, aquella figura inmóvil estaba muerta. Era imposible haber sobrevivido a esa caída. Con miedo y a pequeños pasitos se fueron acercando hasta rodearme. ¡¡¡Entonces yo me puse en pie y salí corriendo!!! ¡No pensaba dejar que me pillasen tan fácilmente! Pero una muy poco considerada amiga que con mi reacción se olvidó de mi caída, se lanzó sobre mí en un brutal placaje que acabó hundiendo mi cara en la tierra. Sabía extraña cuando me vi obligada a mastigarla para poder rendirme y que saliese de encima de mí...
Supongo que de alguna manera esa caída se quedó gravada en mi mente como un final, o un nuevo inicio, o como lo que podía haber sido. En fin, que me he pasado de tiempo y me tengo que ir corriendo a mi último entrenamiento por una buena temporada. Así que os dejo con el final de la historia con la certeza de que sigo viva y entera y que no me quedaron excesivas secuelas de aquella caída (ya tenía que estar muy mal para saltar desde allí... :D).
Besos a tod@s los que os vais incorporando a mi vida.
Nos quedamos en un salto a una rama a unos cuantos metros de distancia. Pues bien. Salté. Agarré la rama con una mano y pude sentir cómo resbalaban mis dedos sobre la rugosa corteza antes de caer al vacío. Bueno, no al vacío, a 5 metros estaba el suelo esperándome. Todavía no sé cómo lo conseguí, pero estiré un brazo y me agarré con fuerza. El tirón de la inercia casi me arranca el brazo de su sitio y el dolor me hizo soltarme. Así que caí de nuevo, esta vez sin posibilidad de redendión, pero a sólo 2 metros del suelo. Todo mi cuerpo golpeó el suelo acolchado de hojas y ramas. Sí, caí en plancha.
Mis amigos se acercaron sin poder pronunciar ni una palabra. Para ellos, aquella figura inmóvil estaba muerta. Era imposible haber sobrevivido a esa caída. Con miedo y a pequeños pasitos se fueron acercando hasta rodearme. ¡¡¡Entonces yo me puse en pie y salí corriendo!!! ¡No pensaba dejar que me pillasen tan fácilmente! Pero una muy poco considerada amiga que con mi reacción se olvidó de mi caída, se lanzó sobre mí en un brutal placaje que acabó hundiendo mi cara en la tierra. Sabía extraña cuando me vi obligada a mastigarla para poder rendirme y que saliese de encima de mí...
Supongo que de alguna manera esa caída se quedó gravada en mi mente como un final, o un nuevo inicio, o como lo que podía haber sido. En fin, que me he pasado de tiempo y me tengo que ir corriendo a mi último entrenamiento por una buena temporada. Así que os dejo con el final de la historia con la certeza de que sigo viva y entera y que no me quedaron excesivas secuelas de aquella caída (ya tenía que estar muy mal para saltar desde allí... :D).
Besos a tod@s los que os vais incorporando a mi vida.
Comentarios
Creí que nunca llegaría...jejeje
Un beso, guapa!
Mado Martínez
www.madomartinez.com
Un (b)ico gordo!