Felicidad VS Verdad

Siempre que dibujo con mis labios la palabra “Verdad”, descubro que mi mente escapa a esa época de mi vida en la que me tragaba capítulo tras capítulo de Expediente X: “La verdad está ahí fuera”.


Salgamos a buscarla, me dije.


Después apareció un filósofo (ni siquiera recuerdo su nombre) que dio una charla en el instituto de mi ex (y como por aquellas yo carecía de personalidad e iba a donde ella me ordenase, pues allí estaba yo, levantando la mano y haciendo las preguntas más enrevesadas). El hombrecillo comentó que los filósofos no eran más que “buscadores de la verdad”. Yo pensé que eso era lo que quería ser, alguien que nunca dejase de hacerse preguntas… Como los niños a lomos de conejos blancos… (como Jostein Gaarder proclamaba al inicio de su obra más conocida). Pero entonces surgió lo que siempre surge, lo que nunca tarda demasiado… Surgió un “PERO”.

- Pero los buscadores de la verdad – dijo-, jamás seremos felices.

Siempre hay una pregunta más. ¿Y por qué soy feliz? ¿Tengo derecho a serlo? ¿Me lo merezco? ¿Cómo puedo ser feliz viviendo en el mundo que vivo? Y ante la imposibilidad de contestar todas estas preguntas… Ya no se puede ser feliz. O eso decía él…

Yo no opino lo mismo. ¿Y si tu máxima aspiración en la vida no es saber, sino aprender? No importa el resultado final sino que te veas recorriendo el camino que deseas andar… Uffff, ya me lío yo sola… :P

Quiero decir, de un tiempo a esta parte, soy feliz. No puedo definirlo de otra manera. Tengo mis altibajos, como todo el mundo, pero no sé… Estoy superando límites y barreras que me frenaban, estoy buscando tiempo para devolver la creatividad que siempre guió mi vida a su sitio, estoy tomándome las cosas más tranquilamente en el curro, así que empiezo a sentirme productiva de nuevo… No sé… Día a día me doy cuenta de que tengo una vida maravillosa. Pero eso no está reñido con continuar haciéndome preguntas, con desear más de lo que tengo, con querer aprender, querer continuar, querer vivir… No está reñido en absoluto…

Quizás es que estoy aprendiendo a hacerme las preguntas correctas, y pese a que no tenga las respuestas a esas preguntas (¿y quién las tiene?), “recorrer una parte del camino no significa equivocarse de camino.” ¿Quién dijo miedo habiendo hospitales? VIVAMOS pues.


Comentarios

Amrita ha dicho que…
Qué hermosa entrada... Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices...

Sabes que hace nada he perdido también mi casa y gran parte de las cosas que había en ella. No sé... me siento como si todo a lo que me agarraba en el pasado hubiera desaparecido apra enseñarme qu ela felicidad no te la da nada de lo que hay ahí fuera, sino una motivación propia que venga desde tu interior.

Para tí es aprender, y me parece una de las más hermosas. Para mí es alcanzar... bueno, ya lo sabes.

Sigamos juntas avanzando por este camino llamado vida sin arrepentirnos de las decisiones que tomamos.

¡A seguir jugando!

Te quiero.

Entradas populares de este blog

Afónica y apaleada

Jogo Duplo (Susana e Catia)

#RetoInspiración día 5 de Jimena Fer