Balance
A tres horas y media de que termine el año, y por costumbre, me paro un momento a realizar el balance del año anterior. Visto desde aquí, no parece tan terrible como se presentaba hace 366 días. Llegué un 7 de enero a mi destino, con el peso del mundo a mis espaldas, deseando poder acabar de una vez con todo y arrastrándome para no cometer un error que lamentaría el resto de mi vida. ¿Y después? Después no dejé de perder... Fui distanciándome de una relación ya de por sí distanciada, perdiendo a alguien que me importaba muchísimo y que se fue convirtiendo en una carga más pesada de lo que podía aguantar. Así que la dejé resbalar y me quedé completamente sola. O eso me parecía. Pero irónicamente, mientras sólo era capaz de ver todo lo malo que me iba pasando, me fui rodeando de gente maravillosa. Gente, muchísima gente que está ahí siempre que yo lo necesito o requiero... También encontré a alguien que me dio la vida en aquel lugar, alguien que me entendía, que podía darme las charlas ...