No es tan fácil robar un beso

Besar:

Tocar u oprimir con un movimiento de labios, a impulso del amor o del deseo o en señal de amistad o reverencia.

No parece gran cosa, ¿verdad? Dicho así resulta insulso. Y sin embargo nos llama tanto, lo buscamos con tanta decisión... ¿Qué tendrán los besos? Para mi son algo... íntimo. No hay nada que te pueda acercar tanto a otra persona como un beso. Un abrazo, una caricia, el sexo... No llegan a la magnitud alcanzada por un simple beso en los labios. El contacto de las dos epidermis, la suavidad de los labios, el sabor de la boca ajena...

Dentro de todo, hay varios tipos de besos. Están los pasionales, en los que prácticamente la otra persona te come, tratando de hacerse con tu sabor. Luego están los besos desgastados, esos que dejas caer sin darte apenas cuenta, y que sólo saben a rutina y cansancio. También están los besos ansiosos, que no llegan a ser pasionales pero que parecen querer atraparte por completo. Están los besos salvajes, en los que el ritmo lo pautan los dientes. Hay besos húmedos, secos, cursis... Pero mis favoritos, son los besos dulces, los románticos.

De todas formas, no es tan fácil robar un beso. Ahora que me estoy volviendo experta en el tema, puedo hablar con conocimiento de causa. No importa que sepas que la otra persona quiere besarte, nunca es fácil dar ese primer paso... Siempre temes un rechazo... ¿No? Pues ya no. Después de haber intentado hacerlo y ser rechazada, me he dado cuenta de que no es para tanto... ¿Por qué no intentarlo más?

"Todo por un beso."