Si tú eres la luna, yo soy el mar
Si tú eres la luna, yo por fuerza soy el mar. Quizás la razón más poderosa sea esa atracción que ejerces sobre mí sin planteártelo siquiera, desde el día en que te vi por primera vez, hasta hace unas horas, cuando no podía dejar de tocarte, buscando esa sensación que me recorre el cuerpo al contacto con tu piel. La más poderosa, tal vez, pero no la única... Es quizás porque eres la fuerza que hace que se muevan mis mareas... Eres la que consigue que todo a mi alrededor parezca funcionar mágicamente. El universo parece conspirar, por medio de tu gravedad, para que todo fluya, para que el sentimiento predominante en mi corazón sea la alegría y crea plenamente que puedo afirmar que soy feliz con mi vida tal como está. Y que yo diga la palabra felicidad para aplicarla a mí... No creo que llegues a entender lo que es... También, puede ser, que tenga esa necesidad de reflejar toda esa luz que corta la oscuridad como un cuchillo. Porque quizás tenga razón quien te ha dicho que eres...