Seguir corriendo

Llevo toda la semana itentando imponerme una rutina. A pesar de las altas horas a las que me acuesto,el despertador me da un primer aviso a las 8:30, para que pueda acordarme de ti... O más bien para que pueda hacer que me recuerdes. Para cuando lo haces, yo ya había vuelto a dormirme, pero me encanta depertarme "contigo". El siguiente toque de aviso es a las 9:30. No suelo hacerle más caso que el necesario para aplazarlo diez minutitos más. Y otra vez. Y otra... Me dan las 10. Entonces me levanto, me quito las lentillas y me visto. Pancho ya suele estar rondando por ahí para pedirme que le saque. Suelo hacerme un poco de rogar, pero al final cojo alguna fruta y le pongo la correa para salir (a Pancho, no a la fruta). Damos siempre la misma vuelta, cruzándonos con vecinos que hacen comentarios jocosos por el corte de pelo del perro o por mi indumentaria. Normalmente les ignoro. O respondo ese tipo de frases que quedan bien con cualquier pregunta o comentario: "Sí, seguro...