- Tengo algo para ti.
- ¿Ah sí? ¿Y qué es?
- Mmmmmm, es una sorpresa, no puedo decírtelo.
- Vaya...
- Ven, cierra los ojos... Deja que te lo entregue.
Y así... Sin más preámbulos, sin más vacilaciones, habré perdido el corazón.
¿Qué me decís de esos momentos en los que estarías dispuesta a meter las manos en el pecho y arrancarte el corazón de cuajo para dejarlo en las manos de otra persona? Mmmmm, suena agresivo. Lo es. Suena a tonta romántica. Mmmmm,¿lo soy? Soy romántica, sí, lo admito. ¿Soy tonta? No... Soy TÚ tonta.
Puedo ver la luna al fondo... Inmensa... Es allí a donde vamos. Turnedo relincha con fuerza. No le gusta la idea. Está lejos, es demasiado grande, será peligroso, tardaremos mucho tiempo... Pero le sonrío, acaricio su frente plateada a la luz de la luna y le susurro tu nombre. Es como un bálsamo... Se calma, agacha la cabeza y me permite apoyar la frente sobre la suya. Acaricio su quijada y me responde con un sonoro bufido. Acepta el reto. No hay nada que pueda pararnos. Sin dejar de acariciarle, enfilo mi mirada hacia la enorme luna redonda, llena, colosal y hermosa. Y me parece distinguir en ella tus rasgos... Tus labios, que me vuelven loca. Tiro de las riendas y el corcel me sigue ladera abajo, por la pendiente descendente hacia el centro de una inmensa llanura, tras la cual, con suerte, no sólo encontraré la luna, sino también tu corazón.
- ¿Ah sí? ¿Y qué es?
- Mmmmmm, es una sorpresa, no puedo decírtelo.
- Vaya...
- Ven, cierra los ojos... Deja que te lo entregue.
Y así... Sin más preámbulos, sin más vacilaciones, habré perdido el corazón.
¿Qué me decís de esos momentos en los que estarías dispuesta a meter las manos en el pecho y arrancarte el corazón de cuajo para dejarlo en las manos de otra persona? Mmmmm, suena agresivo. Lo es. Suena a tonta romántica. Mmmmm,¿lo soy? Soy romántica, sí, lo admito. ¿Soy tonta? No... Soy TÚ tonta.
Puedo ver la luna al fondo... Inmensa... Es allí a donde vamos. Turnedo relincha con fuerza. No le gusta la idea. Está lejos, es demasiado grande, será peligroso, tardaremos mucho tiempo... Pero le sonrío, acaricio su frente plateada a la luz de la luna y le susurro tu nombre. Es como un bálsamo... Se calma, agacha la cabeza y me permite apoyar la frente sobre la suya. Acaricio su quijada y me responde con un sonoro bufido. Acepta el reto. No hay nada que pueda pararnos. Sin dejar de acariciarle, enfilo mi mirada hacia la enorme luna redonda, llena, colosal y hermosa. Y me parece distinguir en ella tus rasgos... Tus labios, que me vuelven loca. Tiro de las riendas y el corcel me sigue ladera abajo, por la pendiente descendente hacia el centro de una inmensa llanura, tras la cual, con suerte, no sólo encontraré la luna, sino también tu corazón.
Comentarios
Me encantó tu texto.
Besos, Any.
Es una chica con suerte ;)
Un besito.
:)
Perdoa as faltas, pero o meu dicionario personalizado, abandonoume polo Ximnasio!
Mil besos cosa guapa!
Se me anudó la garganta con tus palabras.
Ojalá alguien me demostrase esa pasion tal y como tu lo haces con ella...
Muxuxxxxxx
Ahm, me he mudado a lanoticiayanosoyyo.blogspot.com
Te espero por allí, si gustas.
Un (b)eso
besos any y cuidate mucho...por lo visto andas bien...
Me he enterado que hoy es tu cumple, no?
¡¡Felicidades!!