Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2017

Análisis de la personalidad externa subyacente. Vol. II: ME QUIERO, NO ME QUIERO

Imagen
Dudo. A veces, sólo a veces, me acepto tal como soy. Otras... Otras no me aguanto a mí misma hasta el punto de que me echaría de casa para no tener que soportarme. Antaño, cuando me acuciaba este problema, dormía. Salida fácil para un problema realmente complicado. Ahora, cuando me desarma la banalidad fútil de mi existencia, distraigo mis sentidos ahogándome en historias que nada tengan que ver con la mía. Supongo que tengo la impresión de que, si analizase la vida que llevo, todo sería un enorme interrogante alrededor de varios conceptos enlatados: ¿Me quiero? ¿Me quieren? ¿Es esto todo? Mi mente se esfuerza en creer que queda mucho por hacer. "Todavía no has publicado un libro, Any", me recuerda acuciante. "Ya puestos, tampoco has tenido hijos, y convendría que plantases algún que otro árbol...". Ya... Mira, puto cerebro de mierda... Eso es lo que alguien dice que debemos hacer para dejar nuestra huella en el mundo. ¿Y si yo no quiero dejar huell

Querido papá

Imagen
2008. Fallas, Valencia. "Tu padre está muy mal". Bonita manera de celebrar el día del padre, ¿verdad? "Pues vuelvo a casa". "No, no, tú tranquila. Aguantará un par de días para que llegues a despedirte". No aguantó. El día 21, de madrugada, expiró su último aliento. Yo estaba mirando al techo, esperando a que pasasen las horas para coger el avión y apretar su mano por última vez. No pudo ser. Era un hombre complejo. Tanto, que no puedo decir que llegase a conocerle. Sí, durante 11 años para mí fue el mejor padre del mundo. A pesar de las peleas de broma que acababan con llantos, o de los cinturonazos que caían cuando no me portaba bien (que era bastante amenudo, por cierto). Ese hombre moldeó mi conciencia, mi personalidad, mi fuerza... Y luego se largó y me dejó más tirada que una colilla a la salida de un baño en una gasolinera en cualquier carretera estatal. Ojalá estas cosas me hubiesen pillado un poco más mayor.

Take a break

Imagen
El blog va poco a poco. Mi informático favorito todavía no ha conseguido que funcionen correctamente los comentarios. Dicen que Wordpress da menos problemas. Pero quizás la tónica de mi vida ha sido complicarme siempre más de lo necesario. Supongo que este blog tiene tanta trayectoria en mi vida que me niego un poco a aceptar migrarlo... Poquito a poco... Quizás la practicidad me acabe venciendo, quizás sea yo la que se rinda sin luchar. Por ahora, aquí nos quedamos, no hay tiempo para pensar más. Mi cerebro me pide un descansito, aunque, para variar, no estoy en disposición de dárselo. Trabajo, trabajo y más trabajo. Empiezo nuevos proyectos. Abandono frustraciones antiguas... No paro. Psicológicamente, porque físicamente los kilos se acumulan ante mi costumbre de sentarme al ordenador a la mínima oportunidad. Ya van por 80 y algo... Reconozco lo que llevo en la boca del estómago que me obliga a tragar todo lo que se me pone por delante. Es ansiedad. Por demasiadas cosas. Qui